Nunca pensó que se atrevería a hacerlo. Y sin embargo lo hizo. Se atrevió a hacerlo. La respiración entrecortada, las gotas de sudor que corrían por sus mejillas desde su frente, la boca seca, la mirada perdida, sólo con esa idea fija en la cabeza.
Pero al final lo hizo. Y fue libre. Libre de su miedo. Libre de su propia conciencia del miedo. Libre de decidir. Libre de actuar. El tirón de la cuerda en su cuello actuó de forma rápida y sin dolor.
3 comentarios:
es una opcion!!!
pero jamas la mia.
Ya no!
mas besos
Ni la mía.
Besos
Es una libertad que deja presos a los que le o la rodean.
Nunca debe de ser una opción, ni siquiera un pensamiento.
Simplemente yo.
Publicar un comentario