lunes, 31 de marzo de 2008

No puedes luchar

Cuando abrió la puerta, todo aquello por lo que había luchado en su vida se desmoronó como un castillo de naipes. La universidad, su trabajo, su familia, su casa. Todo. Amó como creía que se debía amar, apretando los dientes, no mirando atrás, luchando por cada segundo como si fuera el último, sin reservas, con locura, casi con dolor. Y perdió.

En la cama estaba ella. Y una amiga.

Así debía ser

Era una noche sin luna. Se vieron, se gustaron, se besaron, se amaron. Sobraban las palabras. Cada uno era lo que el otro necesitaba. El resto del universo no existía. Eran más que dos. Eran todo el mundo. No faltaba nada. No sobraba nada. La armonía perfecta.

Y al día siguiente se despertaron abrazados, como el primer día de su matrimonio.

From Hell

Hay quien vive en una montaña rusa de amor y pasión que no parece acabar nunca. Otros vivimos en la penumbra de una existencia gris sin excitación. Daría mi alma por poder experimentar todos aquellos placeres que no he podido disfrutar hasta ahora.

El infernal calor a mi espalda me hizo saber que mi súplica iba a cumplirse.