Cuentan los antiguos que al nacer un niño, las Musas bajan del hogar de los dioses y cuando nadie mira, rozan su frente y le insuflan parte de su arte.
Pero se olvidaron de mí. Y sufro cada día por no poder encender en otros la llama de los sentimientos que me consumen.
domingo, 13 de abril de 2008
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5 comentarios:
Confía. La vida es larga...
Pues como siga como hasta ahora...
Mientras que sigas escribiendo, demuestras que las Musas no se olvidaron de ti. Sigue haciéndolo y no lo dejes por muy mal que te encuentres o por mucho que te bloquees. Te lo digo por experiencia...
Besos,
B.
Muchas gracias, Guinda. Lo haré.
Un beso.
Cuanddo menos lo esperes sucedera...no hay que buscarlo, hay que esperarlo.
Un saludo, simplemente yo
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