viernes, 25 de abril de 2008
Fetiche
Le pidió un rizo. Ella se lo dió pensando que era un juego. Él la amaba, pero ella le rechazó. Sin ningún menosprecio, sólo que para ella no había surgido la chispa. No pudo soportarlo y lo dejó todo para irse a vivir a otra ciudad. Rehizo su vida y fue dichoso. Muchos años después, cuando murió de puro viejo, descubrieron bajo su cama una urna de oro con un mechón de pelo.
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3 comentarios:
Muy lindo. Me gusta mucho la idea circular ;)
Enciende el movil, te estoy llamando. Es para esta tarde. Llamame pronto.
ya me gustaría que alguien me recordara de esa manera.
Un simple mechon de pelo, muchas veces lo que significa.
Es precioso, pero injusto.
Un beso, simplemene yo
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