miércoles, 14 de enero de 2009

31 de Diciembre

Cuando quedó saciado notó que una paz infinita inundaba su cuerpo y se relajó. Observó el cadáver a sus pies. "Pobre diablo", pensó. "Hoy no ha sido tu mejor noche. ni siquiera la mía, pero me servirá por un largo tiempo". La cara vuelta hacia el suelo y el cuerpo boca arriba, el cuello roto en un ángulo imposible, la piel tomaba un tono pálido azulado a marchas forzadas por la falta de sangre, la parte derecha del cuello hasta casi el hombro colgaba desgarrada por un terrible mordisco.
"Qué desperdicio", se lamentó, al observar la gran cantidad de sangre que lo manchaba todo.
Pero era Vlad, el vampiro, y había sobrevivido durante siglos respetando las tradiciones. "Para el Año Nuevo, toma una vida nueva". Bueno, no era exactamente así, ¿qué más da?