sábado, 17 de mayo de 2008

De madrugada

- Ya se que estas no son las mejores horas, y que llevo una pinta desastrosa, pero ni te imaginas lo difícil que es esto para mí. Tengo un nudo en la garganta que casi no me deja hablar. Pero si no te lo digo digo, voy a reventar. Me pareces la mujer más increíble que he conocido nunca. Eres inteligente, simpática, sabes hablar y escuchar, me encanta estar contigo, y encima me pareces preciosa. Te has metido tan adentro en mi ser, que no se si podré sacarte algún día sin que sea más doloroso que dejarte dentro. Ahora mismo me siento el pingajo más miserable de la Tierra; quisiera ser más culto, o más valiente, o más divertido, o más atractivo, pero soy así. Dios, ahora no se qué puedo esperar, pero por lo menos estoy más tranquilo. O quiero estarlo... Por favor, no te quedes callada y dime algo.

Pero no dijo nada. Los espejos es lo que tienen: nunca dicen nada. Así que apagó la luz y se fue a dormir otra vez.

2 comentarios:

mas de mi que de... lirio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Seguro que no dicen nada????

o es que quiza no sabemos escucharlos???

Un saludo, simplemente yo